La estrategia de combustible se hizo un factor en las vueltas finales de la edición 95 de la Indy 500. En las vueltas finales, Bertrand Baguette lideraba, esperando una bandera amarilla que le permitiera terminar la carrera. Esta no llegó y tuvo que finalmente parar a pits, lo que dejaba a J.R. Hildebrand, novato del equipo Panther, en el primer lugar.
Todo parecía que Hildebrand se llenaría de gloria en su primer intento en la mítica carrera, pero en el último tramo, tras superar a un rezagado en la curva 4, golpeó contra el muro en la recta principal, dejando servida la victoria a Dan Wheldon, ganador de la prueba en el 2005. Así, el pequeño equipo de Bryan Herta ganó la prueba tras la mala fortuna de Hildebrand, cuyo auto de todas formas cruzó la línea de meta y terminó segundo.
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