La carrera más larga en el campeonato de la NASCAR Sprint Cup se corrió también este domingo, ofreciendo un final increíble. Así como en la Indy 500, el liderar la última vuelta no garantizó la victoria al piloto que marchaba primero.
Se presentaba la parte final de la prueba con Green-White-Checkered, en donde Kasey Kahne y Dale Earnhardt Jr. lideraban el reinicio de la Coca Cola 600. Earnhardt Jr. tomó la delantera cuando el auto 4 de Kahne se quedó sin combustible. Varios autos trataron de esquivar al auto de Red Bull, mientras Dale Jr. se escapaba adelante. Pero tal cual como sucedió en la Indy 500, al llegar a la curva final el líder no pudo cruzar primero la línea de meta; Earnhardt Jr. se quedó sin combustible, dejando servida la Coca Cola 600 a Kevin Harvick.
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